Ferrari teledirigido

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La historia de Ferrari como empresa / escudería comienza una tarde de 1929 alrededor de una mesa en una trattoria de Bolonia (Italia). Los comensales de aquella cena eran cuatro, capitaneados, naturalmente, por Enzo Ferrari, el único hombre en la historia de la humanidad que ha manifestado: “Yo me he casado con el automóvil”.

Ferrari ya había tenido sus primeras experiencias automovilísticas en Turín y Milán como probador de coches y como fabricante de piezas para los mismos.

Sin embargo, en aquella época era un entusiasta piloto de los Alfa Romeo en los circuitos.

Los otros comensales eran dos hermanos de la localidad de Ferrara, los Caniati, comerciantes de cáñamo, y Marco Tardini, futuro campeón de las carreras automovilísticas del Stelvio, de la Parama-Ver-ceto y de la Gaisbert.

De comienzo, frustaciones. La escudería Ferrari estaba concebida para una vigencia de nuevo años. Pasada la digestión de la pasta, los Cianiti y Tardini mostraron menos euforia que en la cena a la hora de poner en marcha la empresa.

La sociedad anónima de 1929 nació con la intención de que los socios de la misma fueran los propios corredores.

En aquellos momentos la competencia era muy dura, como lo demuestra el hecho de que dentro de las filas de Alfa Romeo hubiera nombres como los de Tazio Nuvolari, Achille Varzi, Luigi Fagioli, Giuseppe Campari, Louis Chiron y Guy Moll. Pero los problemas se resuelven cuando hay ingenio y ganas de trabajar.

En 1937 nació en Módena el primer automóvil de competición con diseño de futuro. Concretamente el modelo 158, monoplaza con compresor.

Ferrari siguió una andadura triunfal como marca, y divorciándose de Alfa Romeo se prestigió por sí misma. En competición obtuvo triunfo sobre triunfo durante cuatro años. En la primavera de 1940, en las Mil Millas, sobre el triángulo Brescia-Cremona-Mantova-Brescia, Alberto Ascari, hijo del gran Antonio, consigue grandes victorias.

Después de la II Guerra Mundial, independientemente del tema de la competición, la firma Ferrari se encara a otros planteamientos. Se inicia la producción industrial del modelo 125 GT, un autentico monstruo de la competición.

Siguiendo con la tendencia de la marca, en 1951 se estudia y desarrolla en Maranello un nuevo modelo, que debería debutar en el Gran Premio de Fórmula 1 de Silverston, en Gran Bretaña.

No se abandonó ningún frente. Con Ascari como piloto, al año siguiente consigue el campeonato del Mundo de Fórmula 2.

Los éxitos deportivos, por pura lógica, tienen una transcendencia a nivel mundial. Por tanto, en la fábrica de Maranello se ultiman proyectos variados. Se trata de crear automóviles de gran turismo para un público selecto y que pueda pagar los razonables precios que demanda un producto de calidad.

Progresando, dentro de la empresa de Turín se comienza a estudiar, en 1965, un motor todavía más deportivo para equipar un modelo en colaboración con Fiat.

Siempre ha habido una gran controversia: si Ferrari es constructor  de automóviles para la competición o también para el gran público. Ambos asertos son válidos: competición y modelos de alta calidad.

Por supuesto, por encima de todo, la obra bien hecha. Si en este momento nos olvidamos de la competición automovilística, podemos citar sin esforzarnos una serie de coches para el usuario corriente. Por ejemplo, la berlineta GT 230, de 1961, carrozada por Pininfarina.

Como los mercados de exportación también eran interesantes, al gusto de los yanquies se lanzó un modelo adecuado a las circunstancias: el California 1961. En 1964, dentro de la estética de la época, el cupé 330 GT 2-2 también marcó un estilo.

Una nueva etapa. El 21 de junio de 1969, un lacónico comunicado anunciaba la participación de Fiat en Ferrari. Fue un hito importante, ya que esta participación garantizaba la continuidad de la firma de Maranello. Enzo Ferrari fue nombrado presidente de honor. No podía ser menos.

A partir de este momento Ferrari luchó en diversos frentes. Por ejemplo, en el terreno de la competición, después del cambio de la reglamentación de Fórmula 1 de 1966, con el aumento de cilindrada de 1,5 litros a tres litros, la marca de Módena se hizo valer en función de su gran experiencia con motores de tres litros y 12 cilindros.

También hubo un eclipse temporal para la marca en 1968, en función de los problemas laborales que azotaron Europa.  Pero todo pasa. En 1969 la empresa decide entrar en el campeonato del Mundo de Marcas con su nuevo prototipo 312P, del que sólo construyeron 23 ejemplares.

Pero como los negocios son los negocios, prescindiendo del romanticismo de la competición y otras historias, en el mismo año 1969 la empresa lanza modelos  que se pueden considerar – dentro de los esquemas de la marca – como altamente comerciales.

Se trata de 3 modelos equipados con motores de 12 cilindros, de 4.390 centímetros cúbicos, bajo las siglas 365. La primera versión, denominada Daytona  GTB-4, era una berlina de brillantes prestaciones y una carrocería de líneas muy agresivas.

El 365 GT 2-2, con una mecánica de excepción, se dirigía a un usuario muy concreto, que demandaba la elegancia pero sin ostentación.

Después, otros modelos fruto de la evolución sobre la base anteriormente citada, y fundamentalmente de cara el mercado de Estados Unidos, como fueron los 365 GTC 4, DE 1970; el 365 GT, de 1972, y el 400, de 1976.

Lo que viene detrás ya no es mitológico. Para concluir, sólo queda decir que el hombre que se enamoro del automóvil falleció recientemente.

Sin embargo, todavía salen automóviles, especialmente de color rojo, de las fábricas de Maranello.